Tras tanto cruce de miradas me sentiría extraña presentándome. Aún siendo yo un punto insignificante a tu ver, hoy he sentido como tu luz me acogía tornándose suave, cálida y acogedora. Después de hablar contigo, mi suspiro ha confirmado que me tienes prendida. Admiro tu belleza, tu elegancia y tu pureza jodidamente blanca. Algún día me gustaría bañarme con mi cuerpo desnudo en todos los mares y arrasar a continuación con las mareas. Tener esa luz en los ojos capaz de transformar y atenuar. Que mi ser oscuro cubra mil paisajes. Qué sé yo. Me hace feliz ver como te escondes independiente a todo (a todos) y sentirte aún tras de mi. Y tu soledad, y tu calma, y que permitas que el sol te desnude a fases dejándote ver.
A tu vera fluyo sumergida en la libertad que me transmite mirar hacia esa oscura profundidad y entregarme a ti, sabiendo que jamás dejarás de ser compañera, consuelo, hogar y perdición.
sábado, 23 de julio de 2016
miércoles, 6 de julio de 2016
na sodio
Segunda vuelta a la manzana con una quemadura en los labios de la hostia por apurar la última calada del cigarro, el paso rápido pero en zigzag, más pinchazos en la cabeza que enhebrando una aguja. La lluvia me moja primero la nariz y deja lo de después para el final, resaltan las humedades verde mierda del edificio de al lado. Se eleva el olor a asfalto mojado, de pis. Gatos de coche en coche y yo como tonta, de gato en gato. Ya subo, estoy al lado.
corre aire
Naufragios más grandes comenzaron con lo que parecía un insignificante golpe en una coraza de titanio. Hasta que no sientes el tacto revuelto del agua ni despiertas. Ahogada la mente antes que la respiración. Sin rumbo pero a la deriva. Los botes ya se van y veo como los salvavidas se alejan por la línea que une la oscuridad del cielo con la del océano.
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