A partir del día
en el que me dejé de considerar
yo misma,
he hecho más por mí
que aquella.
Y ya casi no me molesto
con las fotos antiguas,
a pesar de la distancia
alguna de las espinas incrustadas
sigo sabiendo
que ella soy yo.
Si os dije que
el recuerdo era mi aliado,
ojalá hubieseis estado
cuando sentía que quería prenderlo
en una hoguera
sentarme a un metro
y sin bajar la vista
con el calor en la cara
inmovilizada
y en el reflejo de mis ojos
el movimiento de las llamas.
Mañana será lo mismo
tendré algún encontronazo conmigo
rehuiré a la primera
pero después
sí
me acurrucaré
a mi vera.
Si es que
puede que al final
puede que al final
sí sea el recuerdo
aliado
cuando arde.
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