Que tiemble la vida
dila que me tiemble
bajo mis pies
Que me arda el asfalto
dile que me arda
joder
Que las sombras me atrapen
y que mis pupilas
que ya reflejan su oscuridad
se me dilaten
Que todo el mundo hable
a la vez, y ya no sepa
si las voces son ruido
o el ruido voces
Que me encuentre
en la incertidumbre de
no saber a quién creer
ni en qué
ni por qué
Que su oleaje revuelto
intente tumbarme
que entre eso y el suelo
sé que me caeré
Aquí hay una que está aprendiendo
a bailar con las campanadas
aprendiendo
a cicatrizar
a lamerme las heridas
y a que lo demás
pese mucho más
a creerme lo bueno
y a inspirar
cuando parezca
que no puedo respirar.