martes, 28 de marzo de 2017

Pura puta

Tenía 12 años años cuando un compañero de clase me llamó puta por primera vez ¿por qué? Porque yo no accedí a "salir" con él. A partir de ahí muchas personas de círculos cercanos -y no tan cercanos-han intentado que me ofenda llamándome puta. Por mi ropa, por mis horas, por mis ideas, por cómo gestiono yo mi sexualidad y sexo, etc. En resumidas cuentas por elegir yo misma qué hacer y qué no con mi cuerpo. Me estoy leyendo Devenir Perra de Itziar Ziga y no puedo haber tropezado con él en mejor momento. Yo siempre he sido una negada de leer teoría política porque prefería pensar las cosas hablando y por mí misma y no leer una chapa. Pero joder, esto es tan bruto y rompedor que no puedo estar más enamorada. El caso, una cosa de las que he sacado de esta maravillosa tipa, es que el término puta en esta sociedad se utiliza despectivamente a diestro y siniestro, sin la necesidad de que cobres por follar, simplemente por ejercer tu libertad sobre tu cuerpo. Así que apropiémonos la palabra ¿por qué no? A mi me encanta, por vuestra regla de tres sí que soy un poco puta y se me llena la boca de fuerza cuando digo que SOY UN PUTÓN. Con P de Putas, con P de Perras. Que para me lo llamen otros, ya me lo llamo yo. Y qué gusto amigas, qué gusto ver como les pica.

2 comentarios:

  1. Hay corrientes del feminismo que critican mucho que las mujeres nos apropiemos de ese término. En ninguno de los casos nos asemejamos a una trabajadora del sexo explotada.

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    1. En ningún momento he dicho que me asemeje a una trabajadora sexual, hablo de como el estigma se expande a todas. Gracias por tu comentario, entiendo lo que me señalas pero no lo comparto ya que también hay feminismos que defienden lo contrario pero ya, a parte de eso, estoy hablando de mi en voz de lo que a mi me toca. Si te apetece podemos hablarlo por privado. Un abrazo :)

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