sábado, 29 de octubre de 2016

Sólo si queréis

Parcelas
delimitadas por cartelitos,
para crear un paisaje bonito
en un parque de asfalto.

En estos carteles
no puede leerse:

Por favor, pisad el césped
descalzas,
como las demás alimañas.


Escarbad,
revolcaros en el hoyo
y que os de igual
que la tierra húmeda
se os pegue a la piel.

No molestéis a las moscas,
humanos cojoneros,
iros a jugar
con vuestras cosas.

Arrancad el césped
si es la hora de comer.

Que las ramas silben 
porque las trepáis
y no porque el enfado
haya querido agitar
y joder un árbol.

Y si queréis cagar(la), cuidad
que vuestro gesto
no cargue e involucre al entorno 
con vuestra mierda.


Por ejemplo.



miércoles, 12 de octubre de 2016

Píopío

Pajarito acurrucado
bajo lluvia
en el tejado
de enfrente de mi ventana
te observo tras ella
sintiendo una poquina de envidia
no cambiaría mi resfriado
por tus alas
pero sí te doy un poquito
de mi admiración
respeto
alegría
curiosidad
etcetera 
por nada

Para mi?

Escapo de las voces,
de los alaridos y llantos
para refugiarme en mi ignorancia
en mi mente en blanco.

Empatizo conmigo misma,
maldigo acariciándome
las humedades del pecho.


Aprendí a no culparme, a tranquilizarme, a abrazarme a llorar, a contemplarme desde fuera, a valorar importancias y a desmenuzar mis sentimientos para abrir canales de claridad. Pararme en seco para preguntarme por qués y pararme un rato más para escucharme y soltar más por qués mientras apoyo mi mano en mi hombro y me miro a los ojos sin juzgarme. A desatar los nudos de la inseguridad y a respirar la angustia. Ya comí palos y aprendí de ellos, ahora me dejo llevar por un instinto auto-protector que poco a poco he ido conociendo y cuidando. Pero claro ¿falla? falla. Y me transporto a otro lugar donde siento espinas entre lo que siempre fueron mis sábanas y me cuelgo, y tiro de mis pies, con todo mi peso, hacia donde pueda toparme con algo de tierra a la que agarrarme.

domingo, 2 de octubre de 2016

Ritmos

Miro a la tristeza desde fuera,
parece que intenta hacerse hueco en mi pecho
acurrucarse como un feto sonriendo.
 
Cuando yo cojo aire, ella
se siente ahogada
la oprimo
y se enfada.

Mente fría o nada
en caliente, solo saben correr las lagrimas.

Cabizbaja escondo la mirada,
aquellos que no me conozcan
nunca llegarán a saber nada.

Aquellos que me conocen
acariciarán la coraza
con cuidado de no dañarla.

Me alejo de mi misma
y me contemplo desde fuera
¿Hay claros?
me abrazo
y asiento con la cabeza.